viernes, 10 de abril de 2009

Unas vacaciones con las dos mujeres de mi vida...

Conforme el paso de los años, las vacaciones se vuelven más añoradas, un momento de descanso, un respiro del ajetreo diario de la vida; éstas últimas vacaciones parecía que las esperaba desde hace años...
Desde que comenzó el año su madre le había comentado sobre su intención de viajar a Zacatecas en la semana santa, él sabía que durante esa semana no salían muchas salidas con los amigos, su novia regresaría a su casa para pasar las vacaciones con su familia, así que aceptó la posibilidad de ir, realmente dependía mucho de cuanta tarea tuviera para esos días, y es que los profesores en la universidad parecieran que se esmeran en que los alumnos aprendan a dejar su vida social una vez que están en los últimos semestres. En fin, a un mes de que llegaran las dichosas vacaciones, su madre había invitado a su novia, quien con un poco de duda accedió a ir, y en menos de lo que esperaban, ya estaban de viaje el domingo en la mañana para ir hacia Aguascalientes.

Todo comenzó esa mañana, su madre había dicho que pasaría por ellos a las 6 de la mañana, sola, al final su hermano decidió no ir, aunque no es algo que haya decidido por sí solo esa mañana se levanto temprano, se bañaron, se vistieron, arreglaron los últimos detalles y llamó a su madre para preguntar si faltaba mucho, pasa su sorpresa, ella apenas se había levantado, al parecer el cambio de horario había comenzado ese día y en una confución, ella en lugar de adelantar el reloj lo retrasó, lo cual implicaba dos horas de retraso. Dadas estas circunstancias decidieron arreglar unos cuantos detalles más hasta que por fin su madre llegó por ellos y se fueron.
Durante el viaje se encontraron con un poco de trafico que no amainó sino hasta pasar Querétaro, una vez pasado Guanajato cambiaron de conductor y él comenzó a manejar. Cuando llegaron a Aguascalientes ya había pasado medio día, sin embargo la habitación del hotel aún no estaba preparada por lo cual sólo dejaron las maletas y se fueron a pasear un rato al centro de la ciudad. Comieron, pasearon, tomaron el turibús del centro, aprendieron algunas cosas sobre el lugar, como la razón del nombre, la historía de cómo se hizo estado entre otras cosas, finalmente regresaron al hotel, él y su novia se metieron un rato a la alberca, aunque el calor era considerable, cuando se metieron al agua ya era algo tarde, por lo que el agua de la alberca se sentía algo fría. Finalmente se metieron y se arreglaron para ir a cenar. Cuando se volvió más noche, regresaron al hotel a dormir.
La mañana siguiente se levantaron y después de los respectivos arreglos matutinos, se fueron a desayunar al restaurante del hotel, después tomaron cosas y se fueron al centro de la ciudad dispuestos a pasear un poco más, pero para su mala suerte, los museos estaban cerrados en lunes, así que no pudieron hacer mucho, entraron a donde se podía, caminaron por bastantes lugares, tomaron algunas fotos, comieron, pasearon otro poco y se regresaron al hotel. Mientras su madre fue para una clase de Zumba ellos se quedaron en la habitación viendo tele. Finalmente se fueron a cenar y regresaron para dormir.
El día siguiente se levantaron temprano para visitar uno de los museos en la ciudad, el del ferrocarril, pasaron allí la mayor parte de la mañana, luego fueron al museo de la muerte en el centro para después partir hacia la ciudad de Zacatecas. Aguascaliente resultó ser una ciudad muy bonita, el ambiente, el clima, la gente, cuando se fueron pensó que en algun futuro, si la oportunidad se presentara, podría vivir allí.

El viaje pasó sin mayores percances. Él nunca había entendido que era tan importante de ir a visitar Zacatecas, había escuchado muchas comentarios al respecto así que tenía muy altas espectativas, pero gran sorpresa se llegó cuando llegaron al centro, donde se encontraba el hotel donde se hospedarían, y se encontraron con la noticia de que la calle donde se encontraba el hotel estaba cerrada. Dieron vueltas y vueltas tratando de dar con el lugar, las calles apretadas, un montón de automoviles, hasta el momento la ciudad de Zacatecas no le había gustado nada. Cuando por fin dedujeron que hacer, dejaron el auto estacionado a unas cuadras del hotel y llegaron caminando, en el hotel le comentaron sobre el festival cultural que se celebraba en esos días, al parecer todas las tardes cerraban las calles y no era sino hasta la media noche que las volvian a abrir. Así pues se registraron, descansaron un poco del viaje, luego salieron a comer y regresaron al hotel con las maletas. Comenzó a notar algunos de los detalles de la ciudad, al menos en donde estaban, todos los edificios concervaban el aspecto colonial, el hotel en el que se hospedaban parecía un edificio viejo acondicionado para ser hotel. De pronto se dio cuenta que en la ciudad no había anuncios espectaculares, ni cosas por el estilo. El día siguiente del que llegaron decidieron ir a Fresnillo, un pueblo donde supuestamente existe una figura que hace milagros, como era de esperarse, para él resultó toda una pérdidad del tiempo, hace tiempo que ve toda la adoración de la religión como algo sin sentido, pero allí estaba, las dos mujeres de su vida querían ir, era irónico el ver como en ciertos aspectos eran tan parecidas, ambas venían de una familia con raíces de pueblo, escuchar a su madre contar sobre su infancia era escuchar a su niña de los ojos alegres hablar sobre su infancia. Finalmente regresaron a la ciudad, pasearon toda la tarde, tomaron un turibús donde aprendieron que la razón de ser la ciudad en ese estilo colonial, era por ser considerada patrimonio de la humanidad, pero para conservar ese prestigio tenían que cumplir con ciertos requisitos. En ese mismo viaje se enteraron de un concierto que cierto artista mexicano daría esa noche. Depués subieron por el famoso teleférico de la ciudad, un poco decepcionante, el recorrido duró muy poco, lo que les contaron en el teleférico no fue nada distinto a lo que les contaron en el paseo por autobús, y el precio era algo alto. Pero una vez en la cima del cerro de la Bufa sacaron algunas fotos, comieron, disfrutaron de la vista (que no era diferente de la del teleférico) y finalmente tomaron un taxi de regreso a la ciudad. Ya en el hotel se quedaron para observar el concierto desde el balcon que casualmente daba hacia el escenario.
En ese instante sintió toda una serie de sentimientos, la combinación de las circunstancias se combinaron en su interior cuando se dió cuenta de que estaba disfrutando de un concierto por la noche, en otra ciudad, con su niña de los ojos alegres, algo que durante mucho tiempo añoró. Durante todos sus últimas vacaciones familiares, lo unico que podía pensar era en estar allí con alguien más especial, en esta ocasión así era, le generaba cierta sensación de serenidad, un sentimiento de felicidad que le quizo arancar lágrimas de los ojos, sobretodo cuando se puso a pensar en lo que había sucedido la semana anterior, la culpa de querer renunciar a todo eso, sólo porque no soporta la idea de vivir formalmente una vida de pareja. El concierto termino, la noche se acabó, se fueron a dormir. La mañana siguiente se levantaron, desayunaron y partieron de regreso a la ciudad, no sin antes pasar por la ciudad de San Luis Potosí, donde el juesves santo se reflejaba en el tráfico de la ciudad, las calles cerradas, y los templos eclesiasticos abarrotados por gente que necesita creer que hay algo más...

El viaje terminó, llegaron a la ciudad cerca de las nueve de la noche, sus amigos que se quedaron cuidando su casa mientras estuvieron fuera estaban saliendo, quedan 3 días de vacaciones, después, el último esfuerzo por terminar la carrera este año...

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