domingo, 3 de julio de 2011

Sobre una fiesta de 50 años...

Bastan un par de horas para recordar que alguna vez me enamoré de ti, pero bastó un dia a tu lado para darme cuenta de que aun lo estoy...

El día de hoy, uno de mis tíos, el hermano mayo de mi padre, cumplió 50 años. Sin embargo, cuan relevante que pudiera ser que una persona que conozca cumpla 50 años, el evento ha sido sólo el contexto para que una historia de esas de amor y desamor en mi vida, o más bien, para tratar de reiniciar una que hace 10 años no sucedió...

Hay cosas que no quisiera tener que platicar porque entran en una categoría de cuento repetido, pero necesito un antecedente para esta historia, pero creo que basta con mencionar que en el cumpleaños de mis primas, mi tío hizo la invitación oficial a su fiesta de cumpleaños, en Cuernavaca, como de costumbre, y comentó que sería algo sencillo, familiar, pero que si queríamos podíamos invitar a alguien. Para esto, ese día ya había recibido los típicos comentarios a cerca de mis relaciones amorosas, o más específicamente, su supuesta ausencia de éstas, y aunque ya estoy en un punto donde lo que me digan al respecto me vale para dos cosas, pero sentí la fuerte necesidad de hacer algo al respecto, así que desde ese momento decidí que invitaría a alguien para ese día...

Y aquí es donde puedo presumir que tengo varias amigas que no tendrían ningún inconveniente en acompañarme a una reunión familiar, a sabiendas de lo que mi familia podría interpretar al respecto, pero la verdad es que mi intención era probar un punto, y aunque no estoy seguro de haberlo conseguido, la verdad es que a estas alturas es lo que menos importa...

La decisión de quien invitar no me fue tan difícil, ya sabía a quien quería invitar, no había podido ir a mi cumpleaños, y confié en mi intuición cuando pensé que habría sido por algún inconveniente, pues recordaba haber escuchado entusiasmo en la parte de escaparse un fin de semana, así pues le llamé para invitarla... pero no la encontré, luego lo intenté otro día, y tampoco... después se me olvido llamar, y cuando me di cuenta, ya era viernes... Había concluido que me iría sólo, pero para mi sorpresa el viernes casualmente me comuniqué con ella y le planteé la situación, le extendí la invitación, y de manera inesperada me dijo que sí...

Así pues, conseguí la compañía para el fin de semana, y claro, yo no esperaba que fuera nada romántico ni de ningún estilo, le había dicho que si quería podía llevar a su pequeña niña de 4 años, alguien a quien he querido conocer desde hace tiempo, pero sin oportunidad aún, pues cuando llegó para irnos, llegó sola...

Y aunque al principio las cosas marcharon de manera normal, pláticas para ponernos al día en lo que estábamos cada uno y cosas por el estilo, fue cuando comenzó la celebración del cumpleaños que las cosas se tornaron un poco... distintas...

Entre las muchas amistades de mi tío, una de ella resultó ser una banda de música que toca música de trova, por lo cual el ambiente se torno un poco más... romántico por así decirlo, y juntado con un par de copas, daba la impresión que seguramente algo sucedería... pero no fue así...

Yo ya no sé si lo mio es timidez, estupidez, o nobleza...

Siempre me he caracterizado por no poder expresar enteramente lo que siento por las personas que quiero y estimo, cuando era más pequeño siempre creí que era timidez, creada por un miedo al rechazo, pero después de muchas reflexiones ante mis ultimas experiencias, me he dado cuenta que no va por allí el asunto, además, dicen que el alcohol ayuda a desinhibir a las personas, les ayuda a tomar decisiones sobre acciones que sobrios no harían (como llamar exnovias, y así), pero la realidad es que he tenido varias oportunidades de estar alcoholizado con amigas que me gustan para algo más, pero nunca he podido sacar provecho de esa situación, y estamos hablando de que me he desinhibido al punto de gritar a los 4 vientos los contento que estoy, pero jamás he podido tomar iniciativa con alguien que me guste, lo cual implica que tengo un miedo demasiado grande, o que de verdad soy muy noble con las mujeres...

Y esta fue una de esas ocasiones, sin importar el clima romántico, sin importar el alcohol en las venas (que además es comprobable si revisan mi linea de twitter), no más no hice ningún movimiento, no tome ninguna iniciativa, no pude aprovecharme... así pues, esa experiencia no terminó más que con un beso en la mejilla, un abrazo y la promesa de volvernos a ver pronto...

Sin embargo, la historia no se va aquedar allí, pues si leyeron la primera linea de esta entrada, habrán visto que algo sucedió en mi, y he tomado una decisión al respecto, que implicará perder una amistad y salir con otra herida más en el corazón, pero peor es quedarse con la duda y solamente pensar en el hubiera...

 

Saludos a todos...

1 comentario:

dino dijo...

Lo malo es pensar en el que hubiera pasado, pero creoque al final de cuenta unomas qie timido o estupido o lo que sea, la nobleza nos tiende a ganar mucho y aunque a veces no se si sea malo

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