Creo que este año ha sido marcado por un tema en particular, el amor. Si, ese tema tan díficil y complicado que de alguna manera mueve a todo ser humano, pero no entraré en discusiones que no tienen solución, me quiero centrar en mi, y digo que este año fue marcado por el amor porque ocurrieron muchas cosas relacionadas con los sentimientos en torno a mi y a mis seres mas cercanos. Para comenzar, comenzando el año, acaba de tratar de reconciliarme con un fantasma del pasado, no quería ser como los demás, creía fervientemente que podría continuar una relación de amistad sin sentir nada, y hubiera sido posible, pero no fue así. Mi hermano comenzó a andar con una nueva chica, lo cual toda la familia vio como una buena noticia. Mi prima se casó, mis padres se separaron, y yo me enamoré al menos dos veces. La primera fue con la doctora, yo estaba algo esceptico, al final mi justificación llegó, y a pesar de los cortos momentos con ella, el volverla a ver después de varios meses y disfrutar tanto de su presencia, me convenció de que sentía algo de verdad, pero sabía que no duraría, así que al final no hice nada. La segunda vez fue con una chica de la escuela, y a diferencia de muchas otras ocasiones anteriores, le dije que me gustaba y después la invite a salir, y la reacción de ella fue muy positiva, pero las presiones del final del semestre, y el hecho de que ella fuera muy entragada al estudio complicó mucho las cosas, al punto de que aún sigo esperando salir con ella a tomar un café o algo, pero dudo que suceda antes de que se acabe el año. Pero bueno, resultó que ocurrieron muchas otras cosas mas, además de mis enamoramientos, y una de esas cosas fue el declararle mi cariño a una amiga que a la cual no esperaba decirle nada nunca. Además, descubrí sentimientos ocultos que no conocía hacia otras personas, y me comencé a sentir tan feliz y tan dichoso de estar enamorado, que volví a escribir poemas, pero entonces me dijeron amoroso, y me dolió, y me dolió mas al notar que no estaba muy lejos de la realidad esa acusación, así que después de eso me quedé pensadon en que es lo que realmente quería, y tengo que admitir con tristeza que aún no conozco esa respuesta, pues solamente llego a contradicciones que no me llevan a ningun lugar. Por un lado, quiero tener una novia, pero no quiero la tipica relación en la que uno esta detrás del telefono todo el tiempo, viendo como esta la persona, pero al parecer ninguna chica busca algo así, y las que podrían llevar una relación de esa forma, les interesa tan poco que no prestan ni un poco de atención, y por ende hacen que uno pierda el interés. Seguí cada consejo que me dieron, desde lo que tenía que hacer hasta lo que no, inlcuso fui yo mismo, y no más no obtuve ningun resultado, realmente estoy al borde de perder la esperanza, y mi temor es en lo que pueda suceder después de que la pierda por completo, por eso a veces prefiero no pensar, pero mi decisión esta hecha, le daré una oportunidad más a mi forma de ser, a la busqueda por un amor lindo y sincero, siendo yo mismo, entregandome por completo sin exigir nada, y si no funciona, sólo espero que la persona a la que le toque mi ultimo intento, no se sienta culpable de que haya perdido mi esperanza...
Por último, dejo un escrito, en tercera persona, como me prometí, sobre lo que casi nadie sabe, y que al final quedará como un sueño olvidado. Lo he titulado "La historia sin fin", porque nunca ha existido el principio, y se que con este comentario muchos ya sabrán a que me refiero, y no espero nada, ni comentarios, ni nada.
Feliz año nuevo a todos.
La historia sin fin (porque no tiene
principio)
Todo comenzó ese 14 de
septiembre, desde hace varios días había quedado con
sus amigas que se irían a bailar aprovechando que era puente,
a pesar de que era viernes, pero eso de tener clase los sabados le
ponía en la madre a todos los viernes en la noche. Después
se enteró de quien mas iría, y aunque no le gustaba la
idea, sabía que no podia ser de otra forma pues esa persona
era quien llevaba el carro, aunque por otro lado, el lugar no estaba
tan lejos...
Luego del baile que duró hasta
altas horas de la madrugada, regresaron a su casa, y bebieron todo lo
que no pudieron beber en el salón (el precio era alto). Bebió
como no lo hizo antes, y aún en estos días se pregunta
por que razón lo hizo. Bebió con sus amigos, tambien
les hizo de comer pues algunos se quejaban de tener hambre. Bebió
mas, aunque nunca perdió el sentido. Bebió hasta que el
alcohol comenzó a tener efecto en la razón, entonces
las conversaciones subieron de tono. Con el cuerpo lleno de alcohol,
le dijo a sus amigas cuanto las queria, realmente fue afortunado de
que no se malinterpretaran las cosas. La noche fue larga, las copas
muchas, ya por el final, luego de una tipica discusión de
borrachos sobre el amor, ya no lo pudo evitar, y lloró, se
desahogó, todo lo que no había podido antes, en los
brazos de su amiga. No duró mucho, pero cómo le alivió
el alma. Después de eso su ahora amigo también lloró,
lloro por su exnovia. Después de eso se acabó la noche.
A la mañana siguiente los que no
tenían resaca, estaban crudos. El baño ocupado todo el
tiempo. Él se sentía mal, pesado, con un dolor de
cabeza y ganas de vomitar. La primeras personas se fueron.
Desgraciados, no limpiaron nada. Los que se quedaron ayudaron a
limpiar, alli estuvieron un rato hasta que ya no aguantó las
ganas y se fue a vomitar. ¡Que alivio! Después de eso se
sintió mucho mejor. Esa sería una noche que recordaría
para siempre, de alguna forma lo dejó marcado, se sentía
diferente, pero no había tiempo de reflexionar, era 15 de
septiembre y había quedado de ir a celebrar con sus amigos.
Pero como siempre, con sus amigos las cosas son mas tranquilas, no
hay alcohol, no estan todos, y el rico pozole... Lo notaban serio,
cansado, y cómo no si la borrachera de anoche estubo intensa.
Les platicó un poco de lo ocurrido, y eso le ayudo a meditar
un poco las cosas, el recordar lo que dijo, lo que hizo; al menos no
hizo nada de lo que despues se haya arrepentido, y pudo comprender
porque se sentía mas contento, los días de aficción
por no saber como sentirse con respecto a la separación de sus
padres habían pasado, sabía que no le molestaba, sabía
que la unica culpa que sentía era por no poder sentir mas
culpa al respecto, pero sabía que no podía ser de otra
forma, y estaba contento por eso. Luego recordó el momento en
el que lloró, trató de recordar por que lo hizo. ¿Fue
por su mamá? No. Fue porque se sentía miserable, allí
estaba con sus amigas, las que nunca llegarían a ser mas,
podría ofrecerles el mundo entero, su vida entera, pero ellas
jamás querrían algo mas, y no sólo ellas, cada
una de las chicas que alguna vez pretendió, y al parecer las
que ahora pretendía. Lloró porque ninguna de ellas lo
veía como algo más, y eso lo hacía sentirse
deprimido. “¿Por que no?” es la pregunta que recordaba en
su cabeza. Luego, por un pequeño momento se pregunto “¿Lloré
por ella?” Trató de hacer memoria, pero no recordaba haberlo
hecho; de hecho, no recordaba haber pensado en ella ni un momento, y
eso lo hizo sentirse muy bien, al parecer si la había superado
después de todo, lloró por todas sus amigas, menos
ella. Fue entonces cuando tomóla decisión, tenía
que aprovechar el momento y erradicarla de una vez por todas de su
vida, esta vez no solo la borraria de su cuenta de correo, la
bloquearia y cortaría todo tipo de comunicación con
ella.
La siguiente semana se dedicó a
buscar cada indicio, cada escrito, cada poema, cada mensaje, cada
entrada en su blog que le pudiera recordar lo que alguna vez sintió
por ella, sabía que era la única forma, no bastaba sólo
con bloquearla, tenía que borrarla totalmente de su vida, y lo
hizo. Al final lo dejo como una preuba para ella, si se daba cuenta
pronto y lo buscaba para preguntar que había pasado,
probablmente la dejaría verlo de nuevo, si no, no tenía
sentido seguir con la amistad. Incluso dejo de escribir por un mes,
algó que no fue particularmente difícil pues fue un mes
durante el cual no pasó nada irrelevante, pero como lo había
esperado, de ella no llegó nada. Más de mes y medio
después de aquella borrachera épica, le llegó
por fin el mensaje, al parecer ya se había dado cuenta, pero
fue tan decpcionante leer el mensaje tan predecible, ni un saludo,
ninguna pregunta, solo un buen deseo, una despedida y una petición
de contestar mensajes de nuevo algun día, pero no había
nada que contestar en ese mensaje. Solamente una persona más
vio ese mensaje, luego lo borró.
Acercándose el fin de semestre
tuvo oportunidad de volver a salir con la doctora, y resultó
ser un día memorable, tan memorable como la última vez
que salió con ella. Pero era diferente, al menos sabía
que ella no jugaba con, o al menos eso creía, y a pesar de
todo eso no tuvo el valor de reclamar lo que por derecho pudo. Cuando
se despidió de la doctora, nunca imaginó que sería
la última vez que la vería...
Terminaba noviembre y descubrió
mensajes de ella en sus lugares de ocio, el primero comenzaba
diciendo lo mismo que los ultimos dos que había dejado, era
tan decepcionante, como si de verdad no le importara. El segundo
estaba en otro lado, y reclamaba que no contestaba, pero no exigía
que lo hiciera, no saludaba, no preguntaba nada, era tan triste...
Pero no pudo evitar preguntarse que era de ella, así que
visitó sus espacios concurrido, leyó sobre sus ultimas
noticias, leyó lo mismo que había leido las ultimas
veces que había sabido de ella, todo seguia igual, nada había
cambiado, y nada cambiaria.
El semestre escolar se había
terminado, el estres de los examenes finales era tremendo, y su vida
amorosa era había vuelto a decaer, no más no podía
ver a la doctora, la tenista estaba tan preocupada por la escuela que
le pidió que mejor no insistiera, se sintió con ganas
de platicar con alguien, pero no había con quien, sus amigas
estaban ocupadas con sus propios asuntos, cada una de ellas, si no
era la escuela era el novio, o cualquier otra cosa, el final de
semestre siempre se sentía tan solitario...
Se acordo de ella, al final de cuentas
siempre podía platicar con ella y desahogarse un poco, pero se
recordó que había decidido dejar de hacerlo, pero
entonces se le ocurrió que se permitiría verla por una
ultima vez, después de todo no era el mismo de antes, ahora
era mas seguro, y un tanto mas ambicioso, y queria darle un final
concreto, quería hacerla saber porque cortó
comunicación con ella, quería decirle todo lo que nunca
pudo y despues no volver a verla jamás. Sólo por ese
motivo no borró su número telefónico cuando se
le presentó la oportunidad, o eso quería pensar, pues
muy dentrp de sí sabía lo que realmente significaba.
Cuando por fin llegaron las vacaciones,
la buscó y la invitó a salir. Se sintió tan
patético, era como si nada hubiese cambiado, fue como si
quedara hipnotizado al verla, no pudo decirle lo que quería,
no pudo decirle lo que sentía, y claro, ella no reclamó
ni preguntó nada. Se odió tanto a si mismo por
disfrutar tanto la plática, y despues, esa misma noche la dejó
verlo de nuevo. Las cosas seguían igual que antes, ella no
decía nada y él tampoco, la única diferencia es
que ahora decían menos que antes. Luego, el abrio una
invitación al cine y ella fue la que se apuntó primero.
Él no le dijo que no, dentro de sí pensó que tal
vez ahora si aprovecharía la oportunidad, pero pasó la
cita, y nada, muy al contrario de lo que quería, se dió
cuenta de que seguía enamorado de ella, no la odiaba ni una
pizca, y había disfrutado tanto ese día que no evitó
hacercelo saber a ella la mañana siguiente. Sin embargo, algo
fue diferente en esa ocasión, pues le dijo que ya no quería
sufrir mas por ella, y le pidió su ayuda, y ella accedió...
Esperó el día con
ansiedad, sabía que estaría nervioso, dos días
antes ella le dijo que no podría el día acordado, pero
él no podía dejarlo así, entonces le propuso
otro día y quedaron esa misma noche. El día pasó
como los últimos, ninguna novedad, la tranquilidad total en
casa. Fue a comer con su mamá, cerca de la noche recibió
el mensaje de ella, saldría en quince minutos.
Se fueron, el había propuesto un
lugar que tenía fama de vender churros, ella al principio no
estaba convencida pero después accedio. Llegaron al lugar,
como era de esperarse, el sitio estaba abarrotado, tenían que
buscar una mesa, y cuando lo hicieron, como un mal augurio, pues
tuvieron que compartir la mesa, y su mayor temor era pasar otro día
sin decirle nada, pero no fue así. Después de un rato
sobre charlas irrelevantes, ella preguntó que de lo que él
quería platicar, él no sabía como comenzar, eran
tantas cosas; al fin ella preguntó “¿que piensas
cuando me ves?” y el le dijo “que eres hermosa”. A partir de
alli la conversación tomo el camino nunca tomado, él le
comentó sobre los sentimientos que aun sentía, y ella
sólo respondía que no sabía que decir. Todo lo
que él siempre quizo decir, lo dijo esa noche, era como si el
resto del mundo no existiera, sus compañeros en la mesa
cambiaron un par de veces, pero era como si el tiempo se hubiera
detenido para ellos dos. Él le dijo que no podía seguir
así, no sin saber lo que ella sentía por ella, lo que
significaba esa relación para ella, y cuando le preguntó
si alguna vez había sentido alguna vez algo por eĺ, ella dijo
que sí...
La charla duró un poco mas,
hasta que ella no pudo evitar dejar escapar unas lágrimas. Él
quizo consolarla, pero no supo como. No pudo evitar sentir un poco de
culpa, ella tenía problemas serios consigo misma, y allí
estaba él creándole uno más, pero era necesario,
ya no podía seguir así. Cuando terminaron, caminaron
hacia el centro de la ciudad, platicaron un poco más, pero ya
no sobre ellos. Luego de un rato se fueron, la acompaño hasta
su casa. La paltica nunca regresó a ellos, en la puerta de su
casa, a punto de despedirse, tuvo la necia esperanza de que quizás,
en esta ocasión, porque muy probablmeente sería la
última que se verían, le daría el beso que tanto
deseó alguna vez, pero llegó la mamá, y le
ofrecieron un aventón al metro, y por su puesto, él no
podía negarse. Quizás haya sido mejor así, sin
mayor despedida que un feliz deseo de año nuevo, las gracias,
un beso en la mejilla, y una mentira: “hasta luego...”
Después la borró de su
vida...
