sábado, 20 de agosto de 2022

5 años


 Querida mamá:

Hoy cumplirías 59 años. Trato de imaginarme la vida contigo aquí, pero mi racionalidad y mi visión del la vida me imposibilita ver una vida donde tú sigues viva y yo tengo todo lo que tengo en este momento: una pareja, un hijo y un trabajo decentemente remunerado.

Me encuentro en un pináculo de mi vida, jamás imaginé tener todo lo que tengo ahora, y no sé si eso pueda mejorar, pero ciertamente el panorama en este momento no es ni tan incierto ni tan sombrío, al menos no el inmediato, al menos no para mi y las personas que me importan.

Pero todo esto sólo ocurrió, porque tu partida fue el catalizador desentonante de todo, desde mi búsqueda de consuelo en calor del cuerpo de la que ahora es la mamá de mi hijo, hasta el reencuentro pasional con la mujer que ahora es mi pareja. Nada de eso hubiera ocurrido si tu no hubieras muerto.

Así pues, no puedo ver un presente donde estés tu y todo lo demás, porque de seguir viva, habría que considerar, por lo menos dos escenarios: uno donde nunca enfermaste y otro donde uno donde te recuperas, ya sea que te recuperas por completo o que vives los 5 años mínimos necesarios para decir que eres una superviviente, aunque probablemente requirirías de cuidados constantes que lo único que logran es prolongar lo inevitable.

En el primer caso, probablemente no habría renunciado a mi trabajo, eso habría implicado que con Frida nunca convivo, sólo habría conocido la parte fría de mi que trabaja todo el día y regresaba a casa a jugar videojuegos o ver series, y después de irse, problablemente me habría olvidado. Pero tu enfermedad fue la que me llevó a renunciar y Frida me conoció durante la temporada que me tocaba quedarme a cuidar tus noches, al menos dos veces por semana, así que ella conoció la parte de mi "amorosa", que se preocupa por sus seres queridos. Eso fue lo que la llevó a preocuparse por mi, luego de que temblara, desbloqueándome de sus redes sociales sólo para darse cuenta de que ya habías fallecido, lo que la llevó a buscarme en un intento de darme consuelo.

De estar tu aquí, sólo se habría avivado su enojo, porque to ni siquiera estaba en la ciudad cuando tembló, ¿recuerdas?, estaba en un congreso, en Cancún. Probablemente no lo recuerdes, ya no estabas en ese entonces en este mundo...

Y no sé si Luca existiría, aunque yo salía con su mamá ocasionalmente, nunca me planteé nada serio, y sólo cuando enfermaste te platique de ella, recuerdo tu cara de desaprobación cuando te comenté que estaba dispuesto a asumir el riesgo de un embarazo, pero al final respetaste mi postura, quizás por eso no dejé de hacerlo. Pero si no hubieras enfermado, quizás no te habría contado, y quien sabe si esa falta de comunicación contigo habría tenido algún impacto en mi dinámica con ella.

En el segundo caso, en el que te recuperas, definitivamente no existiría Luca, porque durante el tiempo que estuviste hospitalizada o que necesitaste de que alguien acompañara tus noches, esa mi pretexto para evitar a su madre. Recuerdo que en algún momento hice referencia a la carga emocional que me implicaba tu enfermedad para justificar por qué no estaba dispuesto a asumir otra con una relación formal.

En ese escenario, quien sabe si Frida estaría en el panorama, porque me habría buscado, pero dependiendo de la necesidad de cuidados que requirieras, habría o no ido a Cancún, cuando te tembló, y quizás si habría existido este reencuentro pasional que fue el que nos llevó a esta vida con ya 5 años de relación. Lo que sí es seguro es que, contigo en vida, no me habría ido a estudiar 3 meses a Alemania, y quizá eso habría tenido un impacto distinto en mi relación con Frida, muy probablemente, yo no habría sido tan tolerante a sus frustraciones conmigo, porque no habría vivido la resiliencia de tu partida, y quizás con ello, la relación no habría durado más allá de un par de meses.

Así que, no puedo verte aquí, en esta linea temporal, con todo lo que tengo en este momento, no tendrías un nieto que te llamara abuela (aunque el actual tampoco lo haría, porque a estas alturas siguen sin querer hablar), probablemente tampoco tendrías una cuasi-nuera, porque sin tu muerte, yo seguiría sin la necesidad de sentirme acompañado, o quien sabe.

Por eso, hoy en tu 59o aniversario tu nacimiento, y a nueve días del 5o desde tu muerte, te escribo esta carta, para recordarte y compartir con el mundo el amor que aún te tengo.

Feliz cumpleaños mamá.


Mi año de vacas flacas

  El 2023 comenzó con una noticia que se venía vaticinando desde meses antes, cuando la Delfina Gómez dejó la Secretaría de Educación Públic...