Aun quedan tres

Al semestre le quedan 3 días (y digo tres porque el sabado aún tengo clase), y aún me faltan tres materias por librar (sin contar el idioma). El resto, ya las pasé.
Y bueno, podría decidir acabar aquí la entrada del día pues lo demás que sigue ya no tiene nada que ver con el título.
La verdad es que no sé ni que escribir, solo siento esa necesidad de hacerlo.
El martes tuve la oportunidad de platicar por un breve instante con una persona con la cual me daba coriosidad platicar, principalmente por su fama de ser una "psicoloca" que tiende a decir las cosas tan directamente...
No me dijo nada que no supiera.
Pero hubo algo que no pensé que se llegaría a notar. O tal vez sí.
Al menos yo lo he notado.
Hago cosas que no acostumbro a hacer. Me convenzo de que es esa parte de mi buscando un cambio, buscando continuar esa variedad que hace que la vida no se vuelva monotona. Pero en el fondo, una parte de mi sabe que no es verdad...
Hay algo más, hay alguien invlucrada.
Existe una necesidad inconsiente, o al menos así fue hasta que me di cuenta de que una vez más me encontraba en lugares poco comunes, conviviendo con gente desconocida, al menos en el momento...
Y ahora, mi mente está más confundida que nunca.
No sé que quiero hacer.
No sé que debo hacer.
Intentar algo podría significar perder una confianza que he tardado años en construir para que haya llegado al punto en el que ahora se encuentra.
Dejar las cosas como están, implica una seguridad relativa con la madita duda del "hubiera" en mi cabeza.
Afortunada o desafortunadamente, no tengo tiempo para pensar en esas cosas, el fin de semestre es más pesado que nunca, siento que no duermo, que no descanso, que me falta tiempo, y a pesar de eso, no me siento tan cansado ni tan agobiado, al contrario, noto cierto sentimiento de felicidad, de alegría...
Conozco el motivo, pero debo ignorarlo hasta que ya no pueda más.
No debo...
No... quiero?
No lo sé...

Los últimos días

Debería de estar haciendo tarea...
Pero hay cosas en mi cabeza, ideas, pensamientos que necesito expresar, aunque a final solo divaguen en ideas sin sentido.
Los últimos días en la escuela, el semestre se acaba en menos de dos semanas, al menos ya libré una materia, faltan 5, y el idioma. Pero creo que me llevo 3 de cajón.
Es más ansiedad que estrés. Comenzó la cuenta regresiva, y ya no hablo sólo de la escuela, en menos de 3 semanas estaré cumpliendo 24 años y, como cuando cumplí 22, van varias ocasiones que al tener que mencionar mi edad ya digo que tengo 24, así que ese hecho ya está asimilado, la ansiedad es por las "fiestas" que planeo hacer. Es la primera vez que me organizo algo, y si es algo que pone de nervios, a pesar de que no tiene que salir perfecto, siempre existe cierta incertidumbre que lo pone a uno ansioso.
Lo últmos días, han sido curiosos, ya hablo de los que sucedieron. Prácticamente he hecho un nuevo círculo de amigos, eso me agrada. Me invitaron a una fiesta, fuí, me divertí, "conbeví", me desvelé, y todo con un grupo de personas que apenas conocí hace no mas de un mes.
Cuando lo veo desde fuera, me veo raro, pero me gusta.
Estoy contento.
Tal vez sea porque, a pesar de hacer lo que me prometí no volvería hacer, la respuesta que recibí no fue negativa. Pero no, no debo.
Estos últimos días me he sentido contento.
Aparentemente no hay motivo alguno, simplemente estoy contento. Pero mi conciencia sabe que existe una razón, la misma por la cual comienzo a escribir.
Sí, he vuelto a escribir, y eso me gusta, aunque tal vez no tanto lo que puede significar. Además, no se de quién. O tal vez sí...
Pero no debo, no puedo, ¿quiero?
Definitivamente quiero.
Debo de analizar las cosas, necesito tiempo.
Se me acaba el tiempo.
Son los últimos días....




Nota: Me he robado esta forma de escribir de una amiga que me encanta leer y a la cual le podría dedicar el siguiente poema:

Si tu me dejaras, me enamoraría de ti,

te convertiría en mi primera musa,

te escribiría millones de poemas,

donde te describiría mi amor cada día.

Te llevaría hasta el fin del mundo,

y te traería de vuelta sana y salva,

te dejaría en la puerta de tu casa,

para despedirme con un dulce beso.

Si tu me dejaras, te dedicaría mi
vida,

poco a poco, con cada esfuerzo,

te convertiría en mi razón de ser,

dejaría mi vida en tus manos.

Te escribiría una canción, la
cantaría,

si algo malo te pasara, lloraría,

si alguien daño te hiciera, mataría,

y si ese fuera yo, moriría.

Pero, no me dejas verte, no me dejas
escucharte,

apenas puedo leerte en un intento de
hablarte,

ya no se que decirte para lograr
animarte,

no se que escribirte que pueda
alegrarte.

Sólo puedo esperar que algún día me
regales un tiempo

solo puedo desear que cuando llegue el
momento,

cuando decida por fin decirte todo lo
que siento,

el temor y la ansiedad no interfieran
en mi intento...

Mujeres, primer intento ensayo.

He querido escribir esto desde hace rato, pero algunas veces me siento inspirado mas que otras, así que no sé que tanto vaya a salir de primer ensayo, y digo primero porque es seguro que en el futuro vuelva a escribir sobre este tema tan intrigante.

Desde el inicio de los tiempo, el hombre ha lidiado con muchos enigmas en la vida, pero creo que de todos ellos el más interesante siempre ha sido y será, la mujer.
Mi intención no es tratar de describir a la mujer tal cual, todos los que han conocido a más de una mujer saben que intentar explicar su forma de ser es imposible, el comportamiento de cada una de ellas varía totalmente de una a la otra, incluso una sola mujer puede cambiar de parecer tan radicalmente en un instante, sin aparente motivo alguno, que lo toma a uno desprevenido y sin posibilidades de solucionar el problema en el momento. No, mi intención es sólo expresar mi punto de vista, más para tratar de enterder lo que siento que para compartirlo, así que no esperen algo coherente o conciso, lo más seguro es que divague en ideas, no creo llegar a ninguna conclusión, solamente espero que disfruten de la lectura tanto como yo disfrutare escribiéndola.

No sé en que momento me enamoré de ellas, pero un día simplemente descubrí lo maravillosas que eran. Sé que no fue algo inculcado por mi familia pues la relación con mi madre nunca fue tan estrecha y mi padre, aunque siempre ha convivido con muchas mujeres, principalmente en el trabajo, ha mostrado esa congenialidad más al estilo de un "Don Juan". Algo que siempre he tenido muy presente es que desde pequeño mostraba mi interés ante las chicas, creo yo que mi primer amor platónico fue mi prima, cuatro años más grande que yo, siempre me trataba tan bien que me sentía muy a gusto con ella, aunque siempre me quedé con las ganas de convivier más. Hace poco me hicieron notar algo que en mi mente no quedaba muy claro, me refiero al que tal vez fue mi primer amor, la verdad es que ignoro totalmente si tenía algun parentezco con ella, pero todo esto sucedió cuando tenía 6 años, y sí, ¿cómo puede un niño de esa edad entender lo que es el amor?, pero lo cierto es que tratando de hacer memoria, recuerdo que aquellos momentos en los que iba con ella tomado de la mano, eran muy felices...
Haciendo memoria sobre todo ese tipo de relaciones que tuve cuando era un niño, encuentro simpre un factor común, siempre disfrutaba de su presencia, tal vez no platicábamos, tal vez no hacíamos nada, pero yo podía estar allí, observando, y lo era todo para mi. Tambíen al momento de recordar todas esas ocasiones, no puedo evitar notar que las chicas que me llamaban la atención siempre estaban fuera del estereotipo, no buscaba a la que se arreglaba más bonito, no estoy seguro de que buscaba, pero no era belleza, al menos no la física.
Yo creo que fue hasta que entré a la prepa que mi uso de razón comenzó a ser mas conciente, aunque siempre fui torpe al tratar de buscar una relación con una chica, nunca me interesó lo que podía hacer, sino lo que me hacía sentir, y eso me podía poner a pensar con tal de entender que sucedía. Sin embargo, nunca llegaba a nada.
Aquí es donde tengo que hacer mención de la chica que tal vez me hizo cambiar mi forma de ver a las mujeres, o más que cambiar, definirla. Me enamoré de ella por todo, era bella, era inteligente, era aguerrida, interesante, tenía carro..., jeje, era una mujer impresionante para mí, apenas era un mes más grande que yo. Cuando tuve la oportunidad de convivir con ella, mi sentimiento se fue haciendo más profundo, pero, a persar de eso, siempre hubo un tope que me impidió intentar hacer algo, al menos al principio...
Pero fuera de eso, recuerdo que en la prepa tuve mi primer círculo de amigas, principalmente porque una de ellas me gustaba mucho, y por alguna razón yo tenía la idea que si me volvía su amigo, podría llegar a algo mejor después, y realmente no sé de donde saqué esa forma de pensar, si lo vi en alguna película o lo leí en algun libro, no logro recordar cual fue. Y en todo esto, seguía esa misma sensación de placer/serenidad/felicidad/alegría causada por la presencia de mis chicas adoradas.
Los tres años fuera de la escuela fueron difíciles, estoy seguro que fue en algun punto de ese periodo que todo sucedió, haya sido mi complicada no-relacion amorosa, o el hecho de que las mujeres con las que convví durante ese periodo eran señoras que cargaban consigo los estragos de las batallas que habían librado en su vida, era increíble ver como lograban soportar tanto y seguir adelante, aunque tal vez nunca fui conciente de que las admiraba de esa forma hasta mucho tiempo después.
También, en mi no-relación amorosa durante ese periodo aprendí mucho, tuve a mi primera mejor amiga, con quien platicaba de todo, y me platicaba de todo. Sé que había cosas que nunca me contaría, pero había detalles, y algo que creo que me ayudó mucho fue que la escuchaba, con un interés genuino, trataba de comprenderla en su sentir y aprendí mucho de eso, todo menos la forma de declarame directamente.
Y sin importar lo doloroso que se volvieron las cosas cuando intente arriesgarme de verdad, lo unico que a veces puedo recordar son esos instantes en los que pasaba el tiempo con ella, a su lado, platicando sobre todo y sobre nada, las horas que pasaba afuera de la puerta de su casa despidiéndome, siempre admirando la belleza de su sonrisa, de sus ojos, el resto del mundo no existía para mi...
Cuando por fin logré retomar el rumbo en mi vida y regresé a la escuela, realmente no esperaba obtener lo que ahora tengo, y en verdad no logro encontrar ese punto en el que me volví tan "popular" entre mis amigas, pero no puedo dejar de sorprenderme cada vez que me toca ser el único hombre en un grupo de chicas.
Esta es la parte a la que quería llegar, el punto donde analizo las situacines de los últimos días. De pronto en la clase de economía, mi equipo era el único de nueve personas donde yo era el único integrante de distinto sexo. Eso me hace sentir muy bien, a pesar de que me digan que soy de "chocolate", no puedo evitar darme cuenta que estoy en mi paraíso, rodeado de puras mujeres, cada una de ellas bella en su forma de ser, cada una de ellas capaz de enamorarme más de una vez, cada una de ellas haciendome capaz de dejarlo todo sólo por mantenerlas felices. Y es cuando me doy cuenta, si tuviera una novia, no tendría esta oportunidad, no tendría tantas amigas como las que tengo ahora, no sería tan feliz, y sí, a veces me entraran mis momentos de melancolía, principalmente causados por el hambre del cuerpo, por la añoranza de volver a probar el dulce sabor del cuerpo de una mujer, de admirar la belleza natural de su cuerpo desnudo, de amarla con cada aliento que sale de placer de la pasión...
Hoy no necesito el cariño de una sola mujer, tengo el de todas mis amigas, que lo ahora todo para mi, son mi musas, mis ángeles, mis tesoros, mi razón de ser.
¿En que momento me enamoré de ellas? No lo sé, pero ahora se que me importan mucho más que lo esperaba, odio verlas sufrir, por insignificante que sea la razón, pero más odio el no saber que hacer para consolarlas, sólo se estar allí, nada más...
La quiero a todas, las adoro, las admiro, las amo. Moriré por ellas si es necesario...

Tal vez sea sólo por hoy, pero estoy contento...

cosas sin sentido

Ultimamente, los días son extraños, se sienten extraños.

No, no es la escuela, último mes de clases llegó y como en cada semestre, la tranquilidad del último puente sólo auguria la friega del fin de cursos, pero eso es algo que año con año he aprendido a vivir, así que no es algo que salga de la cotidianeidad. Sin embargo algo es diferente, terminando este semestre, comienza el último año de la carrera, y aunque suene como un disco rayado, es algo en que no puedo pasar desapercibido así no más, el fin está mas cerca de lo que uno quisiera, y con él llegan dudas y temores, tambien esperanzas y alegrías, pero a veces hay más de uno que del otro. En fin, ya antes había mencionado que mi temor al fin de semestre se había pasado, algunas cosas parece que volvieron tomar un camino recto, aunque hay algo que debo de confesar, y es que durante todo abril hubo algo que me mantuvo en cierto estado de desidia, sin ganas de entrar a clases, singanas de ir a la escuela aunque lo hacía,pero aunque no podía evitar ese sentir de apatía, estoy seguro de que nada tiene que ver con la escuela.

Creo que la vida de una persona se puede dividir en tres partes: la vida laboral, la vida familiar y la vida personal; esta última abarca tanto aspectos sociales como sentimientales y es la que tiene mayor inluencia sobre las otras dos, y es que al final de cuentas, los seres humanos somos egoístas. En mi caso, la vida laboral es la de la escuela, que realmente no es trabajo pero implica cierto nivel de responsabilidad, a veces hacia otras personas, pero de eso ya hablé. En cuanto a mi vida familar, lo raro en realidad es ver como ambos de mis padres parecen ya haber comenzado una vida nueva con otras personas, pero no es inconcebible, no me genera ningun tipo de prejuicio, angustia, desconsuelo, temor, odio, desconsuelo, o algun otro sentimiento que me pueda generar algun tipo de duda sobre lo que pienso o siento, si acaso un poco de envidia al ver como para ellos, incluso, parece fácil comenzar algun tipo de relacion mas intima con otra persona...

¡Bingo! Y sí, parezco disco rayado. No sé si llamarlo patético, pero siempre es lo mismo, ya regresé a mi antiguo tema de angustia, mi vida sentimental, inexistente, como siempre, pero a pesar de ello lo suficientemente importante como para ser la razon de mis dilemas existenciales, de mis largos momentos de letargo donde el pensamiento es todo lo que me entretiene, simpre buscando una respuesta a mi estado actual, pero sin encontrar una que satisfaga totalmente a mi razón.
Hay detalles, como el hecho de sentir que no puedo escribir lo que siento, y claro, no escribo porque me lo niego, porque lo he hecho una y otra vez, parezco salir de mis dudas y poco tiempo después estoy de vuelta quejándome, lamentándome de lo mismo. Pero esta vez, no se trata de lo que siento por alguien en especial, y tal vez esa es la parte que me aungustia/acongoja/entristece/deprime o algo, es inevitable el pensamiento "al menos antes, cuando todo lo demás fallaba, podía regresar a la obsesión de siempre", ahora no, intento dejar el pasado, aunque reconozco que hay una parte de mi, el corazón o la mente necia, que anhela, añora el volver a buscar a esa persona con la cual había cierta "seguridad" emocional, pero de igual forma, la mente o el corazón, sabe que no debo caer en ese hoyo que a veces sólo me trae miseria emocional.

(suspiro)

Podría darle vueltas y vueltas a ese tema, se que no llegaré a ninguna respuesta simple, una parte de mi, al igual que mucha gente, dirá "pues busca, no te quedes si hacer nada, si realmente es lo que deseas, hazlo", mientras que la otra parte de mi, y el resto de las personas, dirán "ya lo que fue, fue, deja de buscar lo que sabes que no vas a encontrar", entonces es realmente difícl llegar a una decición con todo este tipo de ideas encontradas, tal vez lo más sencillo sea dejarlo a la suerte con una moneda...

En fin, tengo muchas cosas que pensar, pero creo que por el momento no tengo tiempo, mientras tanto, seguiré buscando una nueva musa de la cual enamorarme para ver si así regresa un poco de la inspiración que me da alegría al escribir...

Saludos a todos.