martes, 13 de mayo de 2008

Mujeres, primer intento ensayo.

He querido escribir esto desde hace rato, pero algunas veces me siento inspirado mas que otras, así que no sé que tanto vaya a salir de primer ensayo, y digo primero porque es seguro que en el futuro vuelva a escribir sobre este tema tan intrigante.

Desde el inicio de los tiempo, el hombre ha lidiado con muchos enigmas en la vida, pero creo que de todos ellos el más interesante siempre ha sido y será, la mujer.
Mi intención no es tratar de describir a la mujer tal cual, todos los que han conocido a más de una mujer saben que intentar explicar su forma de ser es imposible, el comportamiento de cada una de ellas varía totalmente de una a la otra, incluso una sola mujer puede cambiar de parecer tan radicalmente en un instante, sin aparente motivo alguno, que lo toma a uno desprevenido y sin posibilidades de solucionar el problema en el momento. No, mi intención es sólo expresar mi punto de vista, más para tratar de enterder lo que siento que para compartirlo, así que no esperen algo coherente o conciso, lo más seguro es que divague en ideas, no creo llegar a ninguna conclusión, solamente espero que disfruten de la lectura tanto como yo disfrutare escribiéndola.

No sé en que momento me enamoré de ellas, pero un día simplemente descubrí lo maravillosas que eran. Sé que no fue algo inculcado por mi familia pues la relación con mi madre nunca fue tan estrecha y mi padre, aunque siempre ha convivido con muchas mujeres, principalmente en el trabajo, ha mostrado esa congenialidad más al estilo de un "Don Juan". Algo que siempre he tenido muy presente es que desde pequeño mostraba mi interés ante las chicas, creo yo que mi primer amor platónico fue mi prima, cuatro años más grande que yo, siempre me trataba tan bien que me sentía muy a gusto con ella, aunque siempre me quedé con las ganas de convivier más. Hace poco me hicieron notar algo que en mi mente no quedaba muy claro, me refiero al que tal vez fue mi primer amor, la verdad es que ignoro totalmente si tenía algun parentezco con ella, pero todo esto sucedió cuando tenía 6 años, y sí, ¿cómo puede un niño de esa edad entender lo que es el amor?, pero lo cierto es que tratando de hacer memoria, recuerdo que aquellos momentos en los que iba con ella tomado de la mano, eran muy felices...
Haciendo memoria sobre todo ese tipo de relaciones que tuve cuando era un niño, encuentro simpre un factor común, siempre disfrutaba de su presencia, tal vez no platicábamos, tal vez no hacíamos nada, pero yo podía estar allí, observando, y lo era todo para mi. Tambíen al momento de recordar todas esas ocasiones, no puedo evitar notar que las chicas que me llamaban la atención siempre estaban fuera del estereotipo, no buscaba a la que se arreglaba más bonito, no estoy seguro de que buscaba, pero no era belleza, al menos no la física.
Yo creo que fue hasta que entré a la prepa que mi uso de razón comenzó a ser mas conciente, aunque siempre fui torpe al tratar de buscar una relación con una chica, nunca me interesó lo que podía hacer, sino lo que me hacía sentir, y eso me podía poner a pensar con tal de entender que sucedía. Sin embargo, nunca llegaba a nada.
Aquí es donde tengo que hacer mención de la chica que tal vez me hizo cambiar mi forma de ver a las mujeres, o más que cambiar, definirla. Me enamoré de ella por todo, era bella, era inteligente, era aguerrida, interesante, tenía carro..., jeje, era una mujer impresionante para mí, apenas era un mes más grande que yo. Cuando tuve la oportunidad de convivir con ella, mi sentimiento se fue haciendo más profundo, pero, a persar de eso, siempre hubo un tope que me impidió intentar hacer algo, al menos al principio...
Pero fuera de eso, recuerdo que en la prepa tuve mi primer círculo de amigas, principalmente porque una de ellas me gustaba mucho, y por alguna razón yo tenía la idea que si me volvía su amigo, podría llegar a algo mejor después, y realmente no sé de donde saqué esa forma de pensar, si lo vi en alguna película o lo leí en algun libro, no logro recordar cual fue. Y en todo esto, seguía esa misma sensación de placer/serenidad/felicidad/alegría causada por la presencia de mis chicas adoradas.
Los tres años fuera de la escuela fueron difíciles, estoy seguro que fue en algun punto de ese periodo que todo sucedió, haya sido mi complicada no-relacion amorosa, o el hecho de que las mujeres con las que convví durante ese periodo eran señoras que cargaban consigo los estragos de las batallas que habían librado en su vida, era increíble ver como lograban soportar tanto y seguir adelante, aunque tal vez nunca fui conciente de que las admiraba de esa forma hasta mucho tiempo después.
También, en mi no-relación amorosa durante ese periodo aprendí mucho, tuve a mi primera mejor amiga, con quien platicaba de todo, y me platicaba de todo. Sé que había cosas que nunca me contaría, pero había detalles, y algo que creo que me ayudó mucho fue que la escuchaba, con un interés genuino, trataba de comprenderla en su sentir y aprendí mucho de eso, todo menos la forma de declarame directamente.
Y sin importar lo doloroso que se volvieron las cosas cuando intente arriesgarme de verdad, lo unico que a veces puedo recordar son esos instantes en los que pasaba el tiempo con ella, a su lado, platicando sobre todo y sobre nada, las horas que pasaba afuera de la puerta de su casa despidiéndome, siempre admirando la belleza de su sonrisa, de sus ojos, el resto del mundo no existía para mi...
Cuando por fin logré retomar el rumbo en mi vida y regresé a la escuela, realmente no esperaba obtener lo que ahora tengo, y en verdad no logro encontrar ese punto en el que me volví tan "popular" entre mis amigas, pero no puedo dejar de sorprenderme cada vez que me toca ser el único hombre en un grupo de chicas.
Esta es la parte a la que quería llegar, el punto donde analizo las situacines de los últimos días. De pronto en la clase de economía, mi equipo era el único de nueve personas donde yo era el único integrante de distinto sexo. Eso me hace sentir muy bien, a pesar de que me digan que soy de "chocolate", no puedo evitar darme cuenta que estoy en mi paraíso, rodeado de puras mujeres, cada una de ellas bella en su forma de ser, cada una de ellas capaz de enamorarme más de una vez, cada una de ellas haciendome capaz de dejarlo todo sólo por mantenerlas felices. Y es cuando me doy cuenta, si tuviera una novia, no tendría esta oportunidad, no tendría tantas amigas como las que tengo ahora, no sería tan feliz, y sí, a veces me entraran mis momentos de melancolía, principalmente causados por el hambre del cuerpo, por la añoranza de volver a probar el dulce sabor del cuerpo de una mujer, de admirar la belleza natural de su cuerpo desnudo, de amarla con cada aliento que sale de placer de la pasión...
Hoy no necesito el cariño de una sola mujer, tengo el de todas mis amigas, que lo ahora todo para mi, son mi musas, mis ángeles, mis tesoros, mi razón de ser.
¿En que momento me enamoré de ellas? No lo sé, pero ahora se que me importan mucho más que lo esperaba, odio verlas sufrir, por insignificante que sea la razón, pero más odio el no saber que hacer para consolarlas, sólo se estar allí, nada más...
La quiero a todas, las adoro, las admiro, las amo. Moriré por ellas si es necesario...

Tal vez sea sólo por hoy, pero estoy contento...

1 comentario:

Maria Elena dijo...

CON EL SIMPLE ECHO DE ESTAR AHI, ESCUCHANDO Y APOYANDO, NO ES NECESARIO QUE DIGAS ALGO O QUE HAGAS ALGO, CON TU COMPAÑIA ES MÁS QUE SUFICIENTE, ERES UN SUPER AMIGO, TE QUIERO MUCHO... GRACIAS POR TODO...

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