miércoles, 23 de julio de 2008

Aventuras en la Sierra Huasteca, parte 2

Tuvo la oportunidad de regresarse, pero no lo hizo, sabía que no había vuelta atrás, regresar antes era tener que afrontarse a reproches y burlas de las personas que sabían que había ido para allá, dirian que no aguantaba nada, pero no sólo eso, las cosas no habían ido tan bien con la niña de los ojos alegres, cada cosa que hacía parecía molestarle, si se iba en ese momento hubiera sido dejar las cosas, renunciar a todo pues sabía que el reproche por no quedarse estaría latente, pero sobre todas las cosas, sabía que si se iba no aguantaría el no verla toda una semana, de alguna manera, en algun momento, cayó totalmente enamorado de ella, por eso estaba allí, por eso seguiría allí, estaba seguro de que habría algo que lo dejara redimirse de los malos tratos que ella decía que le daba...
Los días siguiente fueron muy similares, levantarse a las 8 de la mañana, mas o menos, tomar café con galletas, arreglar la cama,  y después buscar en que ocupar el tiempo libre, a veces leía, la mayor parte del tiempo jugaba con el PSP, allí había energía eléctrica así que podía cargarlo cada vez que la batería se terminara; algunas veces era sentarse a platicar. De alguna forma, el hecho que la mamá ya no estuveira hacía que se cuidaran menos cuando trataban de mostrarse su afecto, incluso ella pregunto sobre que sucedería si ya no le importaba que se enteraran, él había estado esperando ese momento todo el tiempo, pero al final quisieron seguir ocultándolo. La tarde del lunes el antojo los llevó al otro pueblo, había dejado de llover así que los caminos estaban menos resbalozos, incluso las subidas eran menos empinadas, compraron ingredientes para preparar botana y sopas instantaneas para comer algun otro día. El calor hacía que se le antojara una cerveza preparada con limon, sal, salsa inglesa, salsa maggi, salsa habanera y jugo de tomate con almeja, ademas de un monton de hielo, esa bebida la había conocido un par de semanas antes cuando había ido de viaje con sus compañeros de la escuela. Cuando regresaron ya era la hora de comer, y poco después de eso la tía puso sus novelas en la televisión la cual tenía una señal muy pobre, casi no se veía nada, pero alli estaban todos, y después de eso, a dormir...
El día siguiente la rutina fue muy similar, ese día prepararon los chicharrones que habían comprado el día anterior y tambien hicieron sabalitos de limon, conocidos tambien como bolis o congeladas. Esa tarde subieron a buscar una tienda más cerca, pero resultó que estaba cerrada, así que caminaron un poco más para ver si hallaban otra, después de encontrarla y comprar chucherías, regresaron con la tía, vieron novelas mientras otros jugaban y después, a dormir.
El resto de la semana parecía que correría de la misma forma, pero el día siguiente no lo fue del todo, esa mañana pasó igual, pero el tío que al ir a trabajar pasaba por el rio a ver si pescaba algo, comentó que ya estaba limpio como para poder nadar, así que esa tarde se fueron al rio. Como era de esperarse, el camino aún estaba muy enlodado, y con mucho mosquitos, la tía comentaba que aún estaba muy crecido pues en la fosa donde normalmente se bañaban apenas se distinguía las rocas más grandes. Pasearon un rato por la orilla del rio, el primo de la niña de los ojos alegres revisaba los anzuelos colocados por su padre, pero ninguno había pescado nada; incluso tuvieron la oportunidad de ver una serpiente acuática, aunque fue solo por un breve instante pues en seguida se fue nadando. Ya después de caminar un rato le dijeron que la zona era buena para nadar, así que se cambio y se metió. Al princio el agua se sentía un poco fria pero al poco rato la frescura se sentía en todo el cuerpo. La niña de los ojos alegres le advertía que no se fuera muy lejos, pero la necedad de él quería intentar cruzar el rio nadando, despues de todo no era tan largo y él no era mal nadador. Se echó a nadar hacia el otro lado, brazada tras brazada no sentía que avanzara, lo que era pero, vería como la corriente lo llevaba, trataba de nadar en sentido contrario pero no podía avanzar nada, finalmente, poco despues de la mitad, se dio cuenta que no podría así que decidió detenerse antes de que la corriente lo llevara más lejos, puso los pies en el fondo y se alegró de que no estuviera tan profundo, pues de lo contrario tendría que seguir nadando y eso implicaba ser arrastrado todavía más. Cuando se detuvo notó que la corriente era notablemente más fuerte, tan fuerte como las olas en el mar abierto, así que tuvo que aplicar un poco de fuerza a la hora de caminar para no perder el equilibrio, ya mas cerca de la orilla la fuerza de la corriente se perdía y pudo regresar donde estaba la niña de los ojos alegres, quien la regaño por no hacerle caso, pero poco después de eso tambien se metió, despues los niños tambien lo hicieron, pero un poco más arriba donde la corriente era aun menos fuerte. Regresaron a la casa, se bañaron, y luego subieron a la casa de un amigo de la familia que, cuando lo conoció, de alguna forma le recordó a uno de sus primos, igual de alivianado, igual de carismático, igual de popular entre las chicas. Al poco rato volvieron, cenaron, vieron la novela y después se fueron a dormir...
El día siguiente se enteró que ese sería el último día que estarían allí, lo cual lo puso contento pues significaba que le quedarían solo dos días mas por soportar, sin embargo, esa tarde no salieron, no hicieron nada mas especial que comerse las sopas instantaneas, había un problema con el agua, en todo el día no llegaba bien, así que se baño con agua del riachuelo que pasaba cerca, ese día se sintió nostálgino, quizás triste, al principio no sabía porque, pero poco después se dio cuenta de que extrañaba su casa, extrañaba a su madre, tal vez no la viera todos lo días, pero jamás habían pasado mas de 15 días sin verla, y ahora llevaba casi un mes. Esa noche se fueron a dormir, de alguna forma las cosas con la niña de los ojos alegres mejoró bastante, la idea de volver a casa lo alegraba bastante, le causaba emoción, pero como siempre, trataba de no mostrarlo, sabía que por cualquier cosa siempre se podían quedar un día más...
El viernes se levantaron temprano para esperar a que pasara una camioneta hacia el pueblo, tardó más de lo que había tardado la última vez, y no llevaba tanta gente. En el camino el cierlo estaba nublado de nuevo, amenazaba con llover, parecía como si el clima le quisiera haber dado la oportunidad de disfrutar del lugar un poco antes de irse, sólo para no quedarse con las ganas, y cuando se iban a ir, regreso a su ambiente nublado y lluvioso. Esa mañana llegaron al pueblo y se fueron a casa de una de las tías, la favorita de la ñina de los ojos alegres, desayunaron y al medio día se fueron, de alguna manera le dio tristeza ver como a la tía le emocionaba tener visitas y se decepcionaba al ver que no se quedarían con ella. Después pasaron con la otra tía, la menor, dejaron las cosas y se fueron a visitar a la prima, una vez más estuvieron allí conviviendo, platicando, a diferencia de la ultima vez, había gente trabajando, los días de lluvia interminable había pasado por el momento. Después de comer se despidieron y regresaron con la tía menor, una vez más vieron la novela y después, se fueron a dormir...
El último día había llegado, ya no quería saber nada, sólo quería irse, pero sabía que las chicas querrían despedirse de todos sus familiares antes de irse, al menos de los más cercanos. Desayunaron, arreglaron las cosas y por fin partieron, no hubo que esperar mucho a que pasara el camión, tuvieron suerte pues venía casi vacio, al parecer era una salida no oficial, pero no importaba, iban a casa. Todo el camino regresó sentado junto a su niña de los ojos alegres, a pesar de que había mucho asientos dobles disponibles. Ella parecía contenta tambien, aunque a ella le encantaba ir al pueblo, tambíen lo había extrañado, el no poder mostrarse su afecto por completo resultaba algo no muy sencillo, los besos que se daban eran como gotas de agua en un desierto, escasas y siempre con ganas de más, nunca pudo escribirle nada por más que lo intentó, era algo curioso, lo intentaba, pero las palabras no parecían llegar, todo lo que se le ocurria que podía escribir, al final parecía mejor si se lo decía de frente, y así lo hacía. Ya de regreso no pudo hacer mucho, lo dejaron hasta su casa, pero no pudo despedirse de su amada más que con un beso en la mejilla, pero ya habría tiempo, en una semana estarían viviendo juntos, en una semana la vida cambiaría nuevamente, empezaría nueva fase, un nuevo reto, algo que nunca previó venir tan pronto, aun no sabe si esta preparado, pero sólo necesita saber que quiere hacerlo y que la ama...



Bueno, espero que les haya agradado la lectura, si es que llegaron hasta aquí, y si lo hicieron, se los agradezco, nos vemos luego, queridos lectores...

1 comentario:

Aridahí dijo...

Sr Sauri, laverdad es que si lo extrañamos estas 2 semanas, y tengo que agradecerle la confianza que puso en nosotros. creo que hizo algo muy grande, aveces uno se pregunta en medio del enojo del otro, ¿qué hace uno allí? y creo que aveces el enojo puede hacer más fuertes las relaciones, es como una prueba y me temo que usted la ha pasado...Pero esa no es la gran prueba... esa será la que viene dentro de unos días, donde se dará cuenta de que realmente quiere hacer las cosas, se lo digo... porque simplemente lo ha hecho desde que empezaron...cuidese joven Sauri...

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