domingo, 27 de marzo de 2011

De lo que ha sido y lo que viene...

Es curioso como pareciera que a uno no le alcanza el tiempo para nada...
Podría decir que mi vida se ha vuelto rutinaria: me levanto a las 7 am, me baño, me visto, desayuno reviso el internet un rato en lo que me dan las 8:20 y salgo a trabajar. de 9 am a 6 pm paso casi la mayor parte del tiempo sentado frente a una compu, a las 2 o 3 de la tarde como, y una hora después regreso para terminar mi día... Después salgo, regreso a mi casa, paso a ver a la administradora para ver si tiene algo que tenga que revisar, firmar, escuchar, luego entro a mi casa y mi lista de actividades se reparte entre volverme a sentar en la compu, ver un par de horas de tele, jugar videojuegos o leer... en ese orden va la frecuencia de mis actividades. Algunas veces llego mas tarde ya sea porque tuve que pasar a comprar algo o decidí caminar de mas en algún lado, pero nada más...

Pero que quede claro que no es queja

El trabajo en la oficina es intenso, y mientras hay días de actividad baja, hay otros donde se me pasa el día de volada, y siento que no hice nada. Me obliga a leer y a aprender sobre cosas que jamás se me hubiera ocurrido revisar, tengo que explotar mi creatividad, mejorar mis relaciones interpersonales y tomar demasiada iniciativa... pareciera poco, pero las últimas dos me exhaustan intelectualmente, a veces sólo quiero llegar a casa y descansar, pero pocas veces se puede. Además, los fines de semana siempre están ocupados, un cumpleaños, una reunión familiar, visita a mi madre, visita a mi padre, reunión con mis amigos... A veces no me da tiempo ni de poner a lavar mi ropa...

Pero insisto una vez más, no es queja

La verdad es que me gusta, con todo, la rutina es variada, estoy en un punto donde cada día acumulo un montón de información, y mi frialdad para algunas cosas ha sido llevada hasta su límite, de hecho me he dado cuenta que no soy tan frío ni tan distante como creí que era, aunque tal vez se deba a la gente con la que convivo, después de todo he descubierto que tengo una especie de habilidad de empatía hacia la gente con la que convivo, de tal forma de que puedo sentir lo que sienten, sus alegrías, su tristeza, su enojo, su coraje, su miedo, su enamoramiento... pero sin experimentar la sensación.

Sentir sin sensación...

No sé si la expresión tenga sentido, se me ocurre compararla con tocar algo con tu mano cuando la tienes dormida, sientes el tacto pero no genera ninguna reacción, y algo así es lo que me ocurre, siento las emociones de la gente, pero no me causan sentimiento alguno, o algo así

Creo que esa situación logra mantener mis juicios imparciales, al menos en las cosas que no me afectan a mi directamente, pero cuando de alguna manera me involucro es otra cosa, mi mente entra en un conflicto existencial entre el ser y el deber ser, ¿por que sí? ¿por que no?, y a veces el instinto elude a la razón y otras las razón se da cuenta de que de cualquier forma ya valió...

Hace poco tiempo me di cuenta de que me hace falta un amigo o amiga, y no es que menosprecie a los que tengo, disfrutó mucho el tiempo cuando los veo, pero no siento la confianza para platicar sobre las cosas que me hacen ruido, principalmente porque no los veo dándome una respuesta imparcial, ya los conozco muy bien, o al menos eso pienso, pero puede que alguno me sorprenda, supongo que será cuestión de preguntar...

En fin, me esperan al menos dos meses complicados, espero que no me tome tanto tiempo volver a escribi de nuevo.

Hasta pronto

2 comentarios:

Elizabeth dijo...

Lo importante es no dejerte consumir por la rutina y recuerda...todavia falta la escuela... espero la tengas presente...Besos

oscar dijo...

Si las rutinas suelen ser no tan rutinarias aunque sea contradictorio, el trabajo de cualquier forma hace que tengamos que relacionarnos con otras gentes y no es facil hacerlo cuando uno es tan acostumbrado a ser antisocial y a andar como lobo solitario, sin embargo llega a ser agradable...
De cualquier modo, tambien siento lo que dices que a veces hace falta platicar de alguna cosa con un amigo, cuando lo necesites, no dudes en llamarme...

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