sábado, 26 de abril de 2008

Algunos podrían pensar que soy un tonto...

"¡Eres un pendejo!" Fue lo que me dijo una vocecilla que he
identificado como mi conciencia 'mala', cuando las demás chicas
partieron de su casa, luego de una noche de fiesta, de varias botellas
de alcohol y de ser el único hombre entre todas ellas... Hasta parece
madición, tener tantas amigas, pero cada una de ellas es un intento de
relación amorosa fallida y por fallar.
"¡Eres un pendejo!" Vuelve a decir la vocecilla, Jay, es el nombre que
decidí ponerle a ese "alter ego" que he suprimido durante tanto tiempo,
pero como me dan ganas de dejarlo libre un día y hacer todo aquello de
lo que siempre me quedo sólo con las ganas.
"¡Eres un pendejo!" Repite por tercera vez la voz, esta vez comienza a
molestar, al final de cuentas la conciencia de uno sigue siendo lo que
uno piensa, y la insistencia de esa voz sólo significa que una parte de
mi realmente se quería aprovechar de mis amigas en estado poco
conveniente, pero no, no debo, no puedo... Hay algo más fuerte, tal vez
sea la concienca 'buena', pero parece increíble que de verdad sea así,
después de todo lo que he visto, lo que he vivido, lo que he sentido.
Chicas que prefieren que un patan las cortege con palabras bonitas
aunque sólo esten llenas de aire, chicas que prefieren que alguien
llegué y las impresione con una platica sobre todo lo que puede un
patan puede hacer para mostrar lo hombre que puede llegar a ser, chicas
que prefieren patanes, claro, después se quejan de que todos los hombre
son iguales, sin embargo nunca voltean a ver a los que consideran
'lindos'.
"Lindo", he aprendido a odiar el significado de esa palabra, cada vez
que una chica me dice "¡Eres muy lindo!", yo sólo escucho "lo siento,
pero prefiero los patanes, pero podemos ser amigos". Ser sólo amigos.
Una frase que seguramente le ha pegado en el orgullo a todo hombre al
menos una vez en la vida, pero hay quienes aprendemos, o más bien, nos
vemos obligados a aprendera lidiar con ese hecho todos los días.
"¡Eres un pendejo!" Esta vez decido ignorar la voz, aunque es más
dificil de lo que quisiera, el recordar los acontecimientos del día
anterior no ayuda en nada: El día había comenzado desde temprano, había
quedado de ir por el carro en la mañana para no tener que lidiar con el
tráfico de la tarde, pero eso implicó llegar dos horas antes a la
escuela, afortunadamente llevaba la laptop para distraerse. Pero sólo
tendría una clase, casí había podido faltar ese día, pero no podía, era
la fiesta. Cuando terminó la clase, me quedé solo, de alguna forma todo
mundo tenía que ir a algun lado antes de la fiesta, y las amigas con
las que iría aun no llegaban, así que pasaría mucho tiempo conmigo
mismo, que bueno que había llevado la computadora. Cuando me enteré,
una de ellas llegaría hasta las 5, otra volvería hasta la misma hora,
la tercera llegaría directamente a la fiesta y la cuarta ya no iría.
Dentro me sentía irritado, típico de las mujeres, llegar más tarde que
la hora acordada, pero tristemente estoy acostumbrado y conciente de
que no puedo enojarme con ellas. Nos fuimos a la fiesta, pero antes
había que pasar por víveres, i.e. (id est = es decir, en
lantín), alcohol. Como lo planeamos, llegamos temprano al lugar del
evento con el propósito de apartar un buen lugar. Habían ya algunas
personas allí. Los tres, mis dos amigas y yo, ocupamos un lugar que aún
estaba disponible, poco despues llegó otra compañera con una amiga,
cuando me di cuenta era el único hombre en una mesa con cinco personas,
y pudieron haber sido 7 y él hubiera seguido siendo el único hombre.
Paréntesis: algo que últimamente me ha estado sucediendo muy seguido,
en el equipo de demografía, en el de finanzas (aunque sea el mismo), a
pesar de ello, sigo sin conseguir novia, aunque tal vez su la tuviera,
no estaría rodeado de tantas chicas, pero es difícil estar entre tantas
chicas y no sentir nada por ninguna de ellas, y es todavía más difícil
contener el deseo, uno como hombre tiene necesidades básicas, y es
seguro que pocos hombres pueden tener la oportunidad de tener a tres
lindas chicas en su casa, dispuestas a ponerse borrachas, y no sacar
provecho de la situación, algunos podrían pensar que soy un tonto...
"¡Eres un pendejo!","¡Ya callate!", es la respuesta silenciosa dentro
de mi cabeza, parece que la voz no volverá a criticar, pero es difícil
dejar pasar desapercibo un comentario como ese cuando viene de uno
mismo, es volver a lidiar con el tema de la maldad y la malicia, es
darle vueltas y vueltas a todos y cada una de las posibles razones por
las cuales algunas cosas ultimamente se sienten tan vacías, y todo para
terminar escribiendo un desahogo que causa polemica entre distintas
personas, de las cuales algunas no parecen entender que es la única
forma en la que logro expresar lo que siento, no trato de cambiar la
opinion de nadie, no intento de convencer a nadie de nada, sólo es algo
que necesito sacar, y no se lo digo a nadie porque estoy acostumbrad
terno a no depender de nadie, al escribir no me importa quien lo lea o
quien opine, sólo me importa sacar lo que pueda. Sí, es verdad que a
veces me pasó de sincero, que no se cuando contener algunos de mis
comentarios, pero hay cosas que no puedo cambiar, que no quiero cambiar.
Al fin la voz dejó de molestar, y creo que yo terminé.

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